Ojos que preguntan y que duelen,
que revelan y estremecen;
que sollozan y que ruegan,
que me salvan y me enseñan.
Y me piden:
que no les de la espalda,
que los recuerde, de noche
en mi cómoda cama;
ellos también quieren viajar en globo
y caminar descalzos en una playa
y sentir que no están tan solos
en esa celda olvidada.
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