sábado, 26 de abril de 2008

Como es arriba es abajo

Los planetas no se habían alineado aún, estaban vagando separados en galaxias lejanas y distantes. El la buscaba en cada punto del universo infinito, y cuando creía encontrarla se entregaba con una pasión desmedida que lo desintegraba en mil partículas. Ella era una estrella luminosa que existía sin más deseos que brillar y desparramar su luz en el oscuro firmamento; expectante intuía que una luz muy potente llegaría a incorporarla en su estela celeste para crecer y multiplicarse y sólo aguardaba el momento de conocerlo. Su núcleo iba aumentando y el fuego necesitaba expandirse en otro núcleo, completarse en un solo fuego. Llegó el momento en que los planetas se alinearon y los dos cuerpos celestes impactaron y estallaron en luces de millones de colores. La oscuridad dio paso a una luz nueva, potente, diferente que con sus rayos iluminó la tierra.

-Hola...

-Hola...

-¿Te conozco?

-Te conozco

-¿Si...?

-Si...

¿De dónde?

-De siempre. ¿No te acordás?

-Mmmm... creo que sí.

-¿Vamos?

-¡Vamos!

2 comentarios:

Alicia dijo...

El amor se habla en infinitos idiomas, hasta en el galáctico. Me encantaron las metáforas. Muy romántico, Geor. Un beso muy cariñoso.
Alicia

Geor dijo...

Gracias Alicia!
Te mando un beso grande,
Geor