Este tiempo mío que anochece
en la ciudad sin luces
del hastío
la descubríó trémula,
transparente.
Decidida.
Igual que otros
metas ajenas,
mandatos
y ausencias.
urgieron sus tiempos
hacia algunos desatinos
Pero ahora va de regreso
tras algunos sueños pendientes
y antiguas intenciones.
Y en sus ojos calmos hay
reflejos de arena limpia,
de agua clara
y de ese amanecer que siempre buscan sus versos.
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