lunes, 21 de julio de 2008

Mañana será otro día (de Elisabeth)

De las arenas del tiempo vinieron los recuerdos,
se me terminaron las excusas para seguir el camino,
perdí la brújula y el horizonte
me pregunté cuál era mi destino.
Y no halle respuestas en mis lágrimas.
Ni en las de otros.
Ni en el amor o en la gloria.
Ni en la visión de un futuro brillante.
Ni en la alegría o la euforia…
Vi que todo era efímero y casual.
Un instante en el infinito.
Un destello en el cielo.
Un deseo perdido.
Miré a mi alrededor:
estaba sola
pero algo dentro mío decía:
“Dejá que pase la marea.
Mañana será otro día”.

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