jueves, 23 de octubre de 2008

Babilonia

Babilonia,
imperio bañado por el Tigris y el Eufrates,
tu poderío cultural,
el más grande del occidente asiático;
tus murallas y tus cien puertas de bronce
guardaron las pasiones y arrebatos de los dioses.
Tu terreno fértil, tus colinas húmedas,
propiciaron el conocimiento, la astronomía,
las ciencia exactas, las artes.
Hoy aquel brillo sucumbe junto a la majestuosidad
de los Jardines colgantes,
emblema del amor que yace sepultado en tus ruinas.
Por los celos y la envidia de quien no merece
llamarse hombre.
Quien en su pequeñez,
no reconoce la magnificencia de sus ropajes.
Y en su incomprensión,
destruye la vida
en todas sus manifestaciones.
Es, fue y será el hombre,
quien en su afán de superar a Dios,
en su arrogancia,
erige una Torre,
desconoce que El está
en cada planta, en cada flor
que el Rey obsequió a su reina,
en los senderos de abetos,
en los laberintos
cubiertos de verde follaje;
en la semilla que pisotea altanero.
No sabe que en ese Jardín se condensa
la verdad de todas las cosas,
el misterio del hombre,
el ciclo de la vida,
la simiente que crece, se reproduce y muere,
para volver a nacer, una y mil veces.

1 comentario:

Alicia dijo...

Geor, has escrito una verdadera maravilla. Para saber cómo era ese mundo fastuoso, no hay que buscar en "wikipedia", sólo hay que leer este poema increíble. Una joya que salió de tu mano. Un gran beso, amiga
Alicia