Cuando te sientas solo y
te acuerdes de esos días
que como dos ladrones
robamos a la vida.
Cuando creas que nada
te llena la existencia
si no tienes certeza
de que es tuya mi vida.
Cuanto sientas deseos
de abrir nuestras heridas
y añores sueños de antes
que vibran todavía.
Cuando por las mañanas
despiertes y me veas
y sepas que de lejos
soy yo tu compañía.
Recuerda que hay un mundo
que nunca se termina,
donde no existen cuándos
ni amores a hurtadillas.
Ni miedos, ni ansiedades
que nublen nuestros días.
Allí estaremos los dos,
Yo en tu alma, tú en la mía.
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