Necesito verme en tus ojos,
aunque cien veces no deba,
mi físico cansado te reclama y te añora,
el susurro de tu voz me llama.
Cuanto más se aleja la senda que te trajo
más tu recuerdo me devuelve a la orilla
donde tus manos se enredaron en las mías
y fuimos uno.
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