viernes, 15 de octubre de 2010

A VOS

A vos. Sí a vos te hablo, no te hagas la distraída ni mires para otro lado. Ya no podrás escapar a tu destino. Lograste lo que querías ¿No? Pues ahora a aguantarse lo que venga. ¿Qué pretendías? ¿Sacudirte el polvo como un perro vagabundo se sacude las pulgas y listo? No señora, no se te ocurrió pensar cómo seguir después de lo sucedido, creíste que con hacerlo ya estaba tu misión cumplida. ¡Pobre ilusa! Ahora empieza la función. Recién ahora, después de tanta lucha interior por decidirte a salir del cascarón, por ser libre, por tomar las riendas de tu vida y avanzar por caminos inciertos repletos de laberintos interminables, recién ahora se cocinó la sopa y la mesa está servida y de vos depende atragantarte con el banquete o levantarte y preparar tu propia receta. Ya no hay retorno, no podrás volver después de decirle en la cara toda la verdad. Ya lo sabe, ya sos otra persona para él, te desconoce, te mira y ve a la verdadera Carmela, no a la mentira que fuiste todos estos años a su lado. No lo querías, nunca lo quisiste, y de señora acomodada y apoltronada en su jaula de oro, quisiste salirte y enfrentar la vida sola, con tus limitadas armas, esas que guardaste durante años bajo siete llaves porque no te convenía. Querías un hogar, hijos, una posición económica, viajes, ropa cara, joyas. Y lo tuviste todo pero ahora lo perdiste, hasta a tus hijos perdiste, ellos se fueron tras sus sueños, donde vos no estás. No te necesitan, nadie te necesita. Estás sola, más sola que antes y que nunca. Vos lo quisiste y ahora es tu turno por fin de conocerte y ver quién sos en realidad. Nadie. Una figurita repetida vagando por el mundo en busca de tu nueva identidad. De esa identidad que no dejaste salir a la luz para elegir el camino más fácil, ese que siempre termina siendo el más difícil. Ahora no le debés nada a nadie, sólo a vos misma. No es tarde para empezar Carmela. Nunca es tarde para empezar de nuevo.

No hay comentarios: