Entre las sombras
que avanzan
en esta tarde de estío
silba tímido el viento
y se oye un trinar cansado
de pájaros en sus nidos.
Escucho tu voz
en susurros
llamándome
y me rebelo al destino
que de nuevo nos separa
y nos confina a fríos muros
aprisionadas las almas.
A lo lejos un murmullo
alienta la esperanza
la lluvia moja mi cara
y sonrío.
Tu mirada está aquí,
en una gota de agua.
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